
Un niño de 10 años desapareció una noche cerca de su casa y su madre, desesperada, pidió ayuda. La policía del condado de Gwinnett respondió rápidamente, y un oficial describió al niño por radio: vestía una camiseta color beige con “New York State”, pantalones deportivos marrones y zapatos negros.
Inmediatamente se organizó una operación de búsqueda por tierra y aire. El helicóptero Air-1 se unió al operativo, con el Oficial de Vuelo Táctico Steven Johnson a bordo. “Cuando un niño desaparece, siempre es una situación aterradora para cualquier padre”, dijo Johnson, quien también es papá.
El incidente ocurrió el 29 de abril, alrededor de las 9 de la noche, mientras el niño jugaba cerca de su hogar. Johnson dijo que cuando recibió la llamada, solo pensaba en ayudar como padre y como oficial.
Los equipos policiales recorrieron la zona con cámaras infrarrojas, pero la densa vegetación dificultaba la visibilidad. Buscar a alguien en la oscuridad entre los árboles es todo un reto, incluso con tecnología avanzada, explicó Johnson.
Durante dos horas y media, los agentes rastrearon el bosque sin éxito. Antes de regresar a la base para repostar, el equipo aéreo decidió revisar una vez más cerca de la casa del niño. Fue entonces cuando lo localizaron en un campo, a solo 200 metros de su hogar.
Johnson dijo que el niño parecía estar bailando solo en medio del bosque, y que a veces se acurrucaba debajo de un árbol. “Nos gusta encontrar a los delincuentes, pero hallar a alguien que ni siquiera sabe que está en peligro y poder ayudarlo es una sensación increíble”, añadió.
Los paramédicos atendieron al niño y la policía lo llevó de regreso sano y salvo a su familia.