
En un giro sorprendente de los acontecimientos, la nadadora paraguaya Luana Alonso fue enviada a casa de los Juegos Olímpicos de París 2024 debido a la distracción causada por su excepcional belleza. Los informes indican que su presencia era tan cautivadora que supuestamente afectó el rendimiento de sus compañeros de equipo, lo que llevó a su eliminación de los Juegos.
La llamativa apariencia de Alonso había captado una atención significativa desde el comienzo de los Juegos Olímpicos, y se informa que su belleza resultó ser una distracción tanto para su equipo como para otros. Según un informe de Blast, el impacto en el enfoque y rendimiento de sus compañeros de equipo se consideró lo suficientemente significativo como para provocar su partida anticipada.
Después de regresar a Paraguay, Alonso tomó la decisión inesperada de retirarse de la natación, aunque no dio detalles sobre las razones detrás de su eliminación de los Juegos Olímpicos. Además, se le pidió que abandonara su residencia en la Villa Olímpica, un privilegio que normalmente se otorga hasta el final de los Juegos el 11 de agosto.
La decisión de enviar a Alonso a casa se atribuyó a preocupaciones del entrenador de su equipo nacional, quien citó que su presencia estaba teniendo un efecto adverso en todo el contingente paraguayo.
En su anuncio de retiro, Alonso no abordó la controversia, pero expresó su gratitud a sus fanáticos y seguidores por su apoyo inquebrantable a lo largo de su carrera.